Desde finales del siglo XI y durante el siglo XII, numerosos pueblos y aldeas surgieron al norte de la provincia de Ávila y al sur de la de Segovia. Entre ellas, sin duda, se encontraría Maello. Sin embargo, será en el siglo XIII cuando Maello nace para la historia, pues aparece nombrado por primera vez en documentos de 1247 como “el maello”, topónimo que habitualmente hace referencia a un árbol, el manzano silvestre, aunque Camilo José Cela lo identifica con un “perro de monte”.
En el cercano cerro de Orosordo, han sido excavados vestigios de población calcolítica de hace 4000 años, los primeros pobladores de este territorio. Sin embargo, es la iglesia de San Juan Bautista el testigo más antiguo de Maello que todavía vemos en pie. El cuerpo más bajo y principal de este templo data del siglo XIII, y en él destaca su torre de ladrillo rojo, típico del románico-mudéjar de la zona. En documentos fechados en 1446 se hace referencia a esta iglesia, mencionando que había sido “reconstruida por los propios vecinos”. Casi 200 años después, en 1630, se le añadió a la antigua iglesia la imponente capilla mayor abovedada, que parece, pretendía prolongarse como muestran las piedras de sus contrafuertes más occidentales. La producción artística que posee Maello no sólo es arquitectónica, una pequeña talla de arte oriental del siglo XVI, con el tema de la Sagrada Familia y realizada en marfil, destaca por su gran valor histórico y artístico, habiendo sido utilizada en las muestras de arte religioso de “las Edades del Hombre”.
Entre las fiestas que se celebran en Maello, la más popular es la de la Virgen del Rosario, el primer domingo de octubre. A estas fiestas la acompañan festejos taurinos, una tradición muy arraigada en el pueblo. Otros festejos que tradicionalmente se celebran en Maello son la romería de la virgen del Consuelo, el domingo de Pentecostés o la procesión del patrón del pueblo, San Juan, el 24 de junio.
Dibujo de la escultura de la Sagrada Familia tallada en marfil